LA DISCIPLINA
Ser disciplinado significa aprender a hacer lo que tienes que hacer, aunque no siempre tengas ganas. Es como tener un superpoder que te ayuda a cumplir tus metas poco a poco, sin rendirte. La disciplina te enseña a ser responsable contigo mismo, y aunque al principio cueste, con el tiempo te hace sentir más fuerte y seguro.
Un hábito saludable que puedes empezar desde ahora es estudiar todos los días un poco, aunque sea solo 30 minutos. Si eres constante, con el tiempo tu mente se hace más ágil, aprendes más fácil y los exámenes no te asustan. Ese pequeño esfuerzo diario puede ayudarte a cumplir grandes sueños más adelante, como entrar a la universidad que quieras o lograr un trabajo.
¿QUE TE DETIENE?
ENTONCES:
1. Prepara tu "Base de Operaciones" (Tu Espacio)
Mantén tu lugar de trabajo ordenado y libre de distracciones (celular, pestañas del navegador). Asegúrate de que sea cómodo pero no tanto que te dé sueño. Un ambiente limpio ayuda a una mente clara.
2. Planifica tu "Misión" (Tus Tareas)
Divide tus tareas grandes en metas pequeñas y claras. Haz una lista y un horario fijo para estudiar o trabajar. Saber qué hacer y cuándo, te ayuda a empezar y mantenerte en el camino
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